Segundo aire para Mivivienda

Una profunda crisis se desató en el sector cuando el Fondo Mivivienda se quedó sin recursos en septiembre para cubrir los subsidios de vivienda social. Tras la alerta lanzada por CAPECO y otros gremios privados, el MVCS solicitó recursos adicionales al MEF para garantizar la continuidad de los programas de vivienda social en lo que resta de 2021. A continuación, una crónica de lo sucedido.   

Sucedió tal cual lo alertó CAPECO: a inicios de septiembre, el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) se quedó sin recursos para cubrir los subsidios de vivienda social para lo que resta de 2021. El gremio constructor lanzó la advertencia en julio de este año, en un pronunciamiento público que hizo junto con la Federación de Trabajadores de Construcción Civil del Perú (FTCCP), la Asociación de Empresas Inmobiliarias del Perú (ASEI) y la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios del Perú (ADI Perú). En él solicitaron al Gobierno la asignación “adicional e inmediata” de recursos para los subsidios de Mivivienda y Techo Propio. 

Pasaron más de 60 días sin respuesta del Gobierno. Incluso el exministro de Vivienda, Carlos Bruce, se unió al clamor de los gremios privados y aseguró a fines de agosto que el Fondo  Mivivienda (FMV) no podría seguir operando ante la negativa del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) de otorgar más fondos, puesto que se estaba dando prioridad al sector Salud. 

Como consecuencia del agotamiento de recursos, el desembolso del FMV en septiembre fue el quinto peor de la historia. Así lo reflejan las cifras que están incluidas en el reciente Informe económico de la construcción (IEC) # 46 de CAPECO (ver artículo en págs. 60-63). En lo que concierne al desembolso de créditos hipotecarios, el organismo entregó solo 271 en total. De estos, 182 correspondieron al Financiamiento Complementario Techo Propio y 89 al Nuevo Crédito Mivivienda. Ni siquiera en septiembre del 2020, cuando la pandemia estaba aún en un pico alto, se otorgaron tan pocos subsidios. 

De esta manera, el Ejecutivo reaccionó recién en el ecuador de septiembre. Así, el titular del MVCS, Geiner Alvarado, solicitó la transferencia de S/ 300 millones para el Bono Familiar Habitacional (BFH) del programa Techo Propio y S/ 76.1 millones para el Bono del Buen Pagador (BBP). Una tenue claridad en medio de un panorama sombrío.

AL RESCATE DE LOS SUBSIDIOS
En una de sus últimas apariciones como viceministra de Vivienda y Urbanismo, Elizabeth Añaños confirmó que el sector se encontraba gestionando las transferencias adicionales con el Ministerio de Economía y Finanzas. Consultada sobre las razones del agotamiento de los recursos del FMV, aseguró que era una situación que respondía a la alta demanda y la colocación histórica registradas durante la primera mitad de 2021. 

Días más tarde, el 23 de septiembre, se oficializó la renuncia de la funcionaria al citado Viceministerio, y mientras se buscaba al reemplazo idóneo, el 6 de octubre se aprobó la transferencia de los recursos adicionales que había solicitado el MVCS al MEF. 

Mediante Resolución Ministerial 316-2021-MEF, publicada ese día en el diario oficial El Peruano, se aprobó la transferencia de S/ 300 millones para financiar una nueva convocatoria del Bono Familiar Habitacional (BFH) del programa Techo Propio, en la modalidad de construcción en sitio propio, para beneficiar a 11,363 familias que podrán edificar sus viviendas gracias a este subsidio de S/ 26,400.

De igual forma, a través de la Resolución Ministerial 315-2021-MEF, se autorizó la transferencia de S/ 76,149,000 para destinarlos al Bono del Buen Pagador (subsidio de S/ 10,300 a S/ 24,600) que el Estado otorga a las personas que acceden al Nuevo Crédito Mivivienda y tienen buen historial crediticio. Con este presupuesto adicional se espera otorgar 5,097 Bonos del Buen Pagador que permitirán que similar número de familias adquieran un departamento.

“Con esta transferencia, el Fondo Mivivienda podrá retomar con fuerza el desembolso de los bonos de Techo Propio y del crédito Mivivienda. Serán más de 16,000 las familias que accederán este año a una vivienda de calidad con los recursos adicionales que estamos transfiriendo”, dijo el titular del MVCS, Geiner Alvarado.

LA META DE PEDRO
Aliviado tras garantizar la continuidad de los programas de vivienda de interés social hasta fin de año, el titular del MVCS anunció también que el gobierno de Pedro Castillo tiene como meta promover la construcción de 300,000 viviendas sociales durante sus cinco años de gestión mediante los programas Techo Propio y crédito Mivivienda.

Geiner Alvarado reconoció que, a pesar de las décadas de bonanza y crecimiento económico del Perú, la brecha de vivienda en el país es todavía bastante grande. “En la actualidad, se estima que existen más de 450,000 familias que no cuentan con una casa, y hay 1,500,000 viviendas que no tienen condiciones óptimas de habitabilidad”, indicó.

El ministro señaló que para alcanzar el objetivo de las 300,000 viviendas de interés social se diversificará los subsidios que ofrece el Estado y se promoverá la generación de suelo urbano. “No puede haber vivienda accesible si no hay disponibilidad de suelo. Para eso, estamos trabajando en la implementación y reglamentación de la Ley de Desarrollo Urbano, que nos ayudará a generar suelo para edificar proyectos de vivienda de interés social”, dijo.

“Sin embargo, en el inmenso desafío que representa el cierre de la brecha habitacional, el Estado no puede trabajar solo. Necesitamos la participación y el compromiso del sector privado para llevar vivienda de calidad a más familias peruanas”, añadió.

Asimismo, el funcionario recordó que el presidente Pedro Castillo ha señalado que este Gobierno es promotor de la inversión privada, pues es la única manera sostenible de generar riqueza y cerrar brechas sociales. “Como ministro de Vivienda, garantizo que la inversión privada en el sector inmobiliario será siempre bienvenida y promovida en este gobierno”, dijo.

A criterio suyo, un sector inmobiliario sólido garantiza la generación de empleo, una economía próspera y mejores alternativas de vivienda para las familias peruanas.

EFECTO MULTIPLICADOR
Jorge Zapata, presidente de CAPECO, afirma que hay estudios que demuestran que la actividad económica que se genera en el programa Mivivienda a raíz de los bonos que otorga el Estado tiene un efecto multiplicador de 23 veces sobre la economía.

“Esto significa que, si el Estado coloca S/ 100 millones en subsidios a las viviendas por este concepto, esto produce un efecto en la actividad económica y en la construcción inmobiliaria por S/ 2,300 millones, es decir, 23 veces más de lo que el Estado otorga subsidios”, explicó durante una conferencia virtual organiza por el gremio.

En esa línea, añadió que estos S/ 2,300 millones de movimiento económico generan una importante tributación; es decir, impuestos que retornan al Estado. “Estos impuestos son dos veces mayores a lo que inicialmente colocó el Estado en subsidios”, precisó. 

Por su parte, Guido Valdivia, director ejecutivo de CAPECO, señaló que, en el ámbito nacional, se debería construir un promedio de 150,000 viviendas formales por año. No obstante, en el mejor de los casos, incluyendo la modalidad de construcción en sitio propio (CSP), la cifra real apenas alcanza las 60,000. “Lo que existe es una brecha de inversión de casi 90,000 viviendas por año”, asegura el directivo. 

En virtud de ello —y considerando que más del 90% de la expansión urbana que ha ocurrido en las ciudades del Perú se ha dado de manera informal—, el gremio sugiere al Estado promover la planificación urbano-territorial, el sistema de catastros y la provisión de suelo formal, tanto público como privado, para producir vivienda social y equipamientos urbanos. 

Además, sugiere articular las inversiones en infraestructuras y servicios públicos con los objetivos de desarrollo urbano formal y de generación de oferta de vivienda, especialmente de aquella dirigida a la población de menores ingresos.