Ventajas y oportunidades del Sistema de Revisores Urbanos fueron abordadas en exitoso webinar de CAPECO

Destacados especialistas participaron en evento virtual organizado por el gremio constructor. Desde un panel multidisciplinario, se identificaron y analizaron posibilidades de mejora del sistema de revisores urbanos.

Tras el éxito del II Conversatorio: Proyecto de Ley de Contrataciones Públicas, CAPECO organizó anoche el webinar titulado Nuevo Sistema de Revisores Urbanos – Ventajas y Oportunidades. El objetivo de este evento virtual fue identificar las posibilidades de mejora del sistema de revisores urbanos como alternativa paralela al de comisiones técnicas y revisión de expedientes, y analizar diferentes perspectivas de entidades como municipalidades, ministerios, revisores, proyectistas, inmobiliarios y también desde una óptica legal.

El conversatorio online contó con la participación de José Antonio Cerrón, titular de la Dirección de Vivienda del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS); Ricardo Endo Sasaki, presidente de la Asociación de Revisores Urbanos del Perú (ARUP), y Rodrigo Martínez, gerente general de la Inmobiliaria MARCAN.

En calidad de panelistas estuvieron Martín Martínez, especialista en temas municipales y de desarrollo urbano, y Ramón Chehade, experto en temas legales. Por su parte, Ernesto Durand, presidente del Comité General de Servicios para la Construcción de CAPECO, ofició como moderador del evento.

Un sistema paralelo
El primero en tomar la palabra fue José Antonio Cerrón, del MVCS. Su ponencia arrancó con una contextualización del marco regulatorio ligado al sistema de revisores urbanos. Recordó que con la entrada en vigencia de la Ley Nº 29090, allá por 2007 —y de su reglamento un año más tarde—, se creó la figura del revisor urbano con la finalidad de tener un sistema paralelo al de las comisiones técnicas que pueda abocarse a revisar proyectos de habilitaciones urbanas y de edificación.

Al comienzo, dijo, la regulación era mínima porque solo los arquitectos podían ejercer como revisores urbanos. Además, se estableció la necesidad de que estos tengan un registro en las municipalidades provinciales del país. Sin embargo, tras una modificación de la norma, los ingenieros civiles también pudieron desempeñarse en este campo bajo previa autorización del Estado.

Según comentó el especialista, en el 2015 se determinó que los colegios profesionales de ingenieros y de arquitectos tengan a cargo la competencia de dirigir todo el sistema de revisores urbanos y la implementación del registro nacional de revisores urbanos. “Al parecer, este encargo no se cumplió y por ello, un año más tarde, se estableció que este sistema pase a tutela del Ministerio de Vivienda”, recordó.

Explicó que el revisor urbano es el arquitecto o ingeniero civil que, a razón de una delegación de función administrativa otorgada por el Estado a través del MVCS, puede revisar y eventualmente aprobar proyectos de habilitaciones urbanas y de edificación en sus distintas modalidades y tipologías.

“Este revisor urbano se desarrolla como colegiado y tiene la necesidad de conformar un equipo de revisores que están orientados a las materias de arquitectura, estructuras, instalaciones eléctricas, electromecánicas y sanitarias, en función del proyecto que va a revisar”, detalló.

Sobre su ámbito de aplicación, comentó que el revisor urbano actúa a nivel nacional. En lo que concierne a sus funciones más importantes, destacó que se ocupan de verificar que los proyectos de habilitación urbana y de edificaciones cumplan con las normativas urbanísticas y edificatorias vigentes, y, en una instancia posterior, se encargan de emitir un Informe Técnico Favorable (ITF).

Estos ITF pueden ser declarados nulos si se detectan vulneraciones normativas. “Si de esa revisión hecha por el Ministerio de Vivienda se aprecia que el informe técnico favorable no cumple con la legalidad correspondiente, se declara la nulidad de ese informe para que con ese acto administrativo la municipalidad pueda, asimismo, declarar la nulidad de la licencia”, explicó Cerrón.

Ventajas y oportunidades
Más adelante, el arquitecto Ricardo Endo, presidente de la ARUP, reveló que desde el inicio de la actividad de revisores urbanos hasta el 09 de noviembre de este año, se han registrado oficialmente ante el MVCS 1053 expedientes a nivel nacional, vía mesa de partes virtual y a través del Portal Simple de este organismo.

En materia de ventajas y oportunidades, sostuvo que hay un ahorro de tiempo y dinero que, a la larga, repercute favorablemente en la obra. La atención es personalizada para que ello permita, como oportunidad, una alta productividad en la gestión del proyecto. “Esa proactividad permite una mejor calidad de levantamiento de observación, de ser el caso. En términos económicos, las revisiones son digitales; es decir, no se imprimen planos para hacer la revisión. Todo es digital, de tal forma que se permita un ir y venir bastante dinámico”, destacó.

Señaló que la Asociación de Revisores Urbanos del Perú (ARUP) es una entidad que goza de reconocimiento legal y que está en proceso de implementar una página web institucional para asociar a más revisores con la meta de hacer un colegiado en el futuro.

A su turno, Rodrigo Martínez, gerente general de la Inmobiliaria MARCAN, empezó su exposición detallando los desafíos que enfrenta el negocio inmobiliario este año: mayor competencia, mayor regulación (municipal, provincial, nacional, regulación del consumidor, entre otras), consumidores con mayor conocimiento y poder, y terceros involucrados (vecinos, entidades prestadoras de servicios, etc.).  

En ese sentido, aseguró que el sector necesita certidumbre de plazos (saber en cuánto tiempo va a desarrollar un proyecto inmobiliario), control del costo (especialidades definidas), control de compliance ante consumidores y revisiones técnicas.

Más adelante, planteó la interrogante: ¿cómo ajusta una inmobiliaria su producto para hacer que su proyecto sea competitivo? Sobre esto afirmó que en un entorno altamente competitivo el control de plazos es clave para un buen desarrollo, aunque subrayó que ello no implica acelerar irrealmente un plazo de calificación.

“Las calificaciones técnicas deben tener el plazo que requiere una especialidad de construcción”, señaló.

Vea el webinar completo aquí.